El miedo es como volar a grandes alturas. Tan alto que todo se vuelve diminuto, tanto que en ocasiones desaparece. Los miedos nos suben a uno de esos rascacielos donde no podemos ver nada más que nubes, y de pronto apareces tambaleándote sobre una cornisa.
Entonces bajas a la calle y todo parece más seguro, estás con los pies en el suelo y ya no puedes caer al vacío.
Levantas la cabeza y apenas ves la última planta. Del mismo modo no ves los aviones que sobrevuelan tu cabeza.
No ves los miedos que sobrevuelan tu cabeza.
Entonces bajas a la calle y todo parece más seguro, estás con los pies en el suelo y ya no puedes caer al vacío.
Levantas la cabeza y apenas ves la última planta. Del mismo modo no ves los aviones que sobrevuelan tu cabeza.
No ves los miedos que sobrevuelan tu cabeza.
En parte tienes mucha razón pero si vivieras en uno de esos rascacielos por mucho que quisieras ver las cosas desde otra perspectiva te sería imposible, porque ahí es donde estás, lo quieras o no.
ResponderEliminarPor desgracia para muchos de nosotros, hay cosas que no podemos cambiar y que nos hacen sentir como si nos elevaran sobre las nubes y no precisamente para algo bonito sino para dejarnos caer al vacío en cualquier momento...
En cualquier caso, es una interesante reflexión a tener muy en cuenta y te agradezco mucho que la hayas compartido en tu blog, que yo lo leo siempre y seguro que alguien más tambien :P
Así que gracias por ponerlo aquí y por todo ^^